El 16 de febrero de 2022, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictó una sentencia histórica para los pueblos indígenas de México. Por primera vez, la SCJN ordenó a la Secretaría de Economía cancelar concesiones mineras en una comunidad indígena, en este caso fue la comunidad nahua de Tecoltemi, ya que éstas violaban sus derechos colectivos al no haber sido consultada antes, e hizo obligatorias las consultas a todas las comunidades indígenas que serían afectadas por un proyecto minero previo a otorgar cualquier concesión en el futuro. Nunca antes, en los casos de derechos de pueblos indígenas que habían llegado a la SCJN, se habían cancelado permisos y se había dejado a una empresa sin la concesión.
Esto se logró gracias a la lucha de Tecoltemi de más de 10 años. En 2015, esta comunidad nahua y grupos de ejidatarios y comunidades de la Sierra Norte de Puebla, en el municipio de Ixtacamaxtitlán, con el acompañamiento jurídico del Consejo Tiyat Tlali y de Fundar, presentamos un amparo contra las concesiones mineras que se otorgaron en su territorio sin su consentimiento. El proyecto minero que afectaba a más de 20 comunidades implicaba el desvío de agua de manantiales de la zona a la mina, lo que tendría impactos en la tierra, vivienda y modos de vida de las personas.
Para visibilizar el caso, además del acompañamiento jurídico y técnico que brindamos desde Fundar, trabajamos con la comunidad y el Consejo Tiyal Tlali, el Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario (IMDEC) y el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CESDER) en una campaña de comunicación que posicionó la defensa por la vida y la dignidad de la comunidad, sus costumbres, cultura y la defensa de la tierra, recordando la resistencia histórica de las comunidades indígenas. Como parte de las acciones de la campaña, trabajamos con el colectivo de artistas urbanos, Los Chachachá, para construir 10 escudos de madera de 1.20mts de diámetro, pintados con elementos claves de la cosmología de la propia comunidad. Los escudos fueron utilizados para cubrir la entrada principal de la SCJN en la Ciudad de México y como parte de un ritual por la vida realizado por la comunidad de Tecoltemi.
Los escudos se convirtieron en un símbolo de la lucha y fueron llevados a asambleas de pueblos y comunidades en distintos municipios. Las actividades en las calles sirvieron para llegar a más personas y sacar de los medios digitales la difusión del caso, alcanzar a medios de comunicación y difundir la petición en la plataforma Change.org, que, con la ayuda de otras organizaciones que se sumaron públicamente al caso, como el Centro ProDH, PODER, Amnistía Internacional, logramos sumar más de 20 mil firmas solicitando a la SCJN que reconociera las violaciones a los derechos de Tecoltemi.
La sentencia para cancelar estas concesiones mineras es evidencia de que la SCJN reconoce que se violaron los derechos a la consulta y al consentimiento de la comunidad, y que esto no debe volver a suceder en ningún proyecto minero en México.
La lucha de Tecoltemi y de los grupos y organizaciones que le acompañamos, es y seguirá siendo por la vida.
